Cuando dijo esto, Jesús llamó en voz alta: «¡Lázaro, sal!» El hombre muerto salió, sus manos y pies envueltos con tiras de lino, y un paño alrededor de su cara. Jesús les dijo: «Quítate la ropa de la tumba y déjalo ir». Juan 11: 43-44 NIV
Este evento provocó que los fariseos crucificaran a Jesús. Lázaro había estado muerto cuatro días. La tradición judía llevó a la familia a enterrarse poco después de la muerte, pero los judíos también creían que el espíritu se cernía sobre el cadáver por hasta tres días. Esta vez también había pasado. ¡Lázaro era un hombre completamente muerto! Fue un verdadero milagro devolverlo a la vida, y esto fue demasiado para los fariseos. Lo que los fariseos subestimaron fue que este poder continuaría exhibiéndose en la vida de los cristianos durante miles de años. Si eres un hijo de Dios, has sido llevado de la muerte a la vida.
Jesús había levantado a Lázaro de la tumba. Deberíamos amar la historia porque muestra el poder del Salvador. Podemos saber que si Él puede resucitar a los muertos, podemos confiar en que Él nos ayudará a hacer el pago de nuestra casa o cualquier lucha que pueda tener nuestra vida. Necesitamos recordar eso hoy. Ya que Jesús tiene poder sobre la muerte, ¿hay algo en tu vida que no pueda manejar?
¡Jesús vino a darnos vida! Jesús le dijo a Lázaro que se quitara la ropa de su tumba, que dejara de «vivir» como si estuviera muerto. ¿No deberíamos hacer lo mismo? ¿Has recibido a Cristo como tu Salvador? ¿Está registrado su nombre en Heaven como hijo de Dios? ¿Han cantado los ángeles «Gloria» sobre tu salvación? ¿Has creído personalmente, sin reservas, que Jesús murió por tus pecados, y que la única forma de entrar al Cielo es a través de la gracia de Su sangre derramada en la cruz?
Bueno, ¡Quítate la ropa de la tumba! Dejar de «vivir» entre los muertos. ¡Mira vivo! ¡Jesús te salvó por gracia, por fe, no para la muerte, sino para la vida! ¿No debería eso marcar una diferencia notable en tu vida hoy? ¡TAN VIVO! No dejes que este mundo te robe la alegría. No dejes que Satanás te robe tu paz. Deja de preocuparte por mañana. ¡Empezar a vivir!
¡Quítate la ropa de tu tumba y VIVE!