1. Tener un adolescente desafiante te hace crecer en dependencia de Dios. 2. Tener un adolescente desafiante te hace crecer en humildad. 3. Tener un adolescente desafiante hace que crezcas en misericordia y simpatía hacia los demás. 4. Tener un adolescente desafiante te hace crecer en paciencia y perseverancia. 5. Tener un adolescente desafiante te ayuda a crecer en el amor.