Recuerda quién es Dios. Prepárate para las situaciones desalentadoras que seguramente encontrarás. Cumpla con su tarea. Obtenga orientación de un consejero cristiano. Rellena tu tanque de energía espiritual. Cuida tu salud física. Pasa tiempo con alguien que no se desanime. Dar a las personas necesitadas. Simplifica tu vida. Comparte tu fe con los demás. Usa los talentos que Dios te ha dado. Resiste los esfuerzos de Satanás para desanimarte más. Elige la fe sobre el miedo. ¡Nunca te rindas!