pensamientos positivos cristianos para mujer , Piercings en la Biblia
1 Corintios 9:27
27 No, asesto un golpe en mi cuerpo y lo convierto en mi esclavo para que después de haber predicado a los demás, yo mismo no sea descalificado para el premio.
1 Corintios 15:44
44 se siembra un cuerpo natural, se levanta un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual.
2 Timoteo 3:16
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, reprender, corregir y entrenar en justicia,
Deuteronomio 14: 1
1 Ustedes son los hijos de Jehová su Dios. No se corten ni afeiten la frente de sus cabezas por los muertos,
Deuteronomio 15:17
17 luego toma un punzón y empujalo a través de su lóbulo de la oreja hacia la puerta, y se convertirá en tu sirviente de por vida. Haz lo mismo con tu sirvienta.
Éxodo 21: 6
6 entonces su maestro debe llevarlo ante los jueces. Lo llevará a la puerta o al poste de la puerta y le perforará la oreja con un punzón. Entonces él será su sirviente de por vida.
Levítico 19:28
28 “‘ No te cortes los cuerpos por los muertos ni te pongas marcas de tatuajes. Yo soy el señor
Mateo 5:18
18 Porque realmente te digo, hasta que el cielo y la tierra desaparezcan, ni la letra más pequeña, ni el menor trazo de un bolígrafo, desaparecerá de la Ley de ninguna manera hasta que todo se cumpla.
1 Pedro 3: 3-4
3 Tu belleza no debe provenir de adornos externos, como peinados elaborados y el uso de joyas de oro o ropa fina.
4 Más bien, debería ser la de tu ser interior, la belleza incesante de un espíritu apacible y apacible, que es de gran valor a la vista de Dios.
1 Corintios 3: 16-17
16 ¿No saben que ustedes mismos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en medio de ustedes?
17 Si alguien destruye el templo de Dios, Dios destruirá a esa persona; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes juntos son ese templo.
1 Corintios 6: 19-20
19 ¿No sabes que tus cuerpos son templos del Espíritu Santo, quién está en ti, a quién has recibido de Dios? No eres tuyo;
20 te compraron a un precio. Por eso honra a Dios con tus cuerpos.