La fe se desarrolla. La fe crece.
Entiendo que. Ninguno de nosotros tiene fe «perfecta».
Sin embargo, sin fe, es imposible agradar a Dios. (La Biblia lo dice).
Si quiero agradar a Dios, lo cual hago, entonces tengo que ser un hombre de fe madura.
Sin embargo, hay muchas veces, si soy honesto, donde mi vida se define más por mi falta de fe que por la fuerza de mi fe.
Solo siendo honesto.
Me parece que hay ciertas cosas que se interponen en el camino de mi fe.
Los mayores obstáculos para mi fe:
Mi propia duda y tendencia a preocuparme en lugar de rezar (¡Ay … eso duele!)
Mi incapacidad para perdonar a los demás (Sí, eso bloquea la fe pura)
Mi falta de cercanía a Dios cuando descuido nuestra relación (eso duele admitirlo también … ser honesto nuevamente)
Mi falta de conocimiento … o reflejo … de quién es Dios (cuanto más lo conozco, más fe tiendo a tener)
Mi inconsistencia en las disciplinas espirituales (si soy fiel a ellas … mi fe es fuerte)
Esa es mi historia.
¿Alguno de esos te parece cierto?
¿Alguna que agregarías?