1. Ora antes de ser tentado. 2. Huir. Una buena carrera es mejor que una mala caída. 3. Citar las Escrituras. 4. Ora en medio de la tentación. 5. Haz que un hermano o una hermana recen contigo. 6. Pídele a alguien que te haga responsable. 7. Recuerda la fidelidad de Dios. 8. Recuerde que el pecado tiene consecuencias.